Oh DEDO que todo lo dominas. Desde el Dedo Supremo, sin rostro, sin saber quienes lo componen y que pretende que no conozcamos su existencia, hasta el ínfimo meñique que tenemos a mano y que nos bendice con un mínimo favor.
El DEDO cual sustancia inmaterial está en todas partes y nada se escapa a su poder. La gran mayoría se postra ante ÉL para conseguir prebendas a cambio de sumisión.
Bendito quien se puede mantener lo más alejado de su influencia.
¿ Buscas su monumento ? Mira a tu alrededor.
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